Hace poco fui a ver la película
“World War Z”. Esta película no decepciona, es de las películas que te
mantienen en suspenso pero al final pasa algo interesante, además tenemos a Brad
Pitt que se esfuerza por salvar al mundo de estos zombis y obviamente él ya no
es solo un actor bonito de Hollywood y con sus añitos de más, para mí se ha
convertido en uno de los mejores actores de nuestros tiempos, pero esto ya
desde hace varios años con películas como El
Club de la Pelea, Doce Monos, Seven, El Curioso Caso de Benjamin Button,
Bastardos sin Gloria, etc.
Volviendo a los zombis, es de la
clase de películas que tiene los componentes necesarios para llamar mi
atención: suspenso, acción, algo de drama, un virus desconocido que se esparce
por todo el mundo y ciencia en la búsqueda por encontrar la cura a esta
“enfermedad”.
Pero no les voy a arruinar la
película si todavía no la han visto, más bien esto me llevó a pensar en este
género de culto, sus características y orígenes.
El origen
de los zombis viene de las regiones donde se practica el vudú y la tradición
haitiana, en el que por rituales se cree poder revivir a un muerto para
convertirlo en esclavo, de aquí que el término zombi se usa para designar a
alguien que actúa mecánicamente privado de su libertad. Ahora la etimología; la
raíz más cercana es el término “zumbi” que significa “el que ha regresado de la
muerte” en el Congo. Ya tenemos a nuestro villano de la película.
El género en el cine surgió en
los años de 1930 pero no es hasta 1968 con Night
of the Living Dead de George A. Romero que se definen las características
básicas de los zombis que conocemos actualmente: 1) son una plaga mundial, 2)
nadie los controla, 3) existen con el único fin de alimentarse, 4) son voraces,
5) el origen del virus es desconocido; aunque para este ultimo las películas apuestan
principalmente a las mutaciones de virus.
Hay otra característica que ha
ido cambiando con el tiempo. En Night of
the Living Dead (1968) y la mayoría de películas hasta hace relativamente
pocos años, los zombis son extremadamente lentos, tan lentos que corriendo se
podía escapar de ellos, pero el problema para enfrentárseles no era la
velocidad ¡no no no! sino la cantidad en la que atacaban y su voracidad, ya que
generalmente andaban en grandes grupos. Las características clásicas ya nos son
suficientes para asustar al espectador moderno por lo que gracias a 28 Días Después (2002), dirigida por Danny Boyle, se introdujo a una nueva clase de
zombis en la que vemos son cada vez más rápidos, violentos y superan a los
vivos en número. Hay que agregar que hasta en algunas películas llegan a tener
un nivel de raciocinio suficiente como para usar objetos para atacar. De ellos
no hay escape.
Y esta nueva plaga de películas
de zombis ¿a qué se debe? Últimamente nos encontramos con muchas como Resident Evil, 28 Semanas después, Shaun of
the death, Zombieland, Planet Terror, etc y hasta series de televisión como
The Walking Dead. ¿Acaso nos preocupa
encontrarnos cara a cara con un virus tan violento y de contagio tan rápido? Un virus seguro que sí, un apocalipsis zombi lo dudo. Lo cierto es que para mí este género se ha convertido poco a poco en uno de mis favoritos.
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